El delirio es un síntoma de ruptura con la realidad propio de las psicosis, no es considerado en sí mismo un trastorno mental sino que puede aparecer en el curso de diversos trastornos o enfermedades.
Delirio proviene del latín de-lirare que significa salirse del surco al labrar la tierra.
Un delirio se define como una creencia o conjunto de creencias que se viven con absoluta convicción a pesar de que las evidencias demuestren lo contrario. Afecta al razonamiento, el recuerdo, el pensamiento y la forma de actuar de la persona. Estas ideas son persistentes y no se pueden reducir al razonamiento lógico.
Para calificar una idea como delirante debe cumplir tres requisitos:
- Ser imposible de refutar con la experiencia o demostrando su imposibilidad.
- Ser firmemente sostenida por la persona con fuertes fundamentos lógicos inadecuados.
- Ser extraña al contexto o a la situación vital de quién padece el delirio.
¿Cómo se expresa un delirio?
Una persona puede pensar, por ejemplo, que sus vecinos la espían. Argumentará que comentan sobre ella en las escaleras y rellanos, que usan prismáticos para ver a través de sus ventanas y que toda la comunidad de vecinos confabula para descubrir lo que ella hace en casa. Que quieren algo de ella y se han puesto de acuerdo para hacer turnos y vigilarla a todas horas. Además los vecinos ya han encontrado la forma de ver a través de las persianas y paredes por lo que no tiene forma de esconderse.
Este caso ficticio que hemos desarrollado en unas líneas se trataría de un delirio de persecución. Lo fundamental de este ejemplo es comprender que la persona en cuestión actuará completamente en relación a esta idea, empezará a esconderse en casa, a vivir angustiada.
Dependiendo de la personalidad se comportará de forma esquiva con sus vecinos o les podría llegar a contestar mal o interrogar sobre por qué la espían.
Este síntoma, por lo tanto, se expresa en lo que la persona dice, siente, piensa y en todo lo que hace. Puede comunicar rápidamente sus ideas o no hacerlo, de forma que se van enraizando en el pensamiento y cogiendo fuerza.
La principal característica de un delirio es que no es reductible a la razón. ¿Esto qué significa? Pues que por mucho que le expliques a la persona que sus vecinos no le espían, que por qué iban a hacerlo, que no existe ningún complot contra él o ella, etc. no puede creerte.
Incluso si le ofreces pruebas palpables que refuten sus pensamientos, encontrará la forma de explicarlos según su delirio o, en último caso, puede llegar a pensar que confabulas con los vecinos para sacarle información y que pases a formar parte del delirio.
Síntomas del delirio
La persona delirante manifestará los siguientes síntomas:
- Desorientación.
- Cambios de ánimo y de personalidad.
- Nivel de consciencia alterado.
- Capacidad de concentración reducida: le costará centrarse, hacer una única actividad con continuidad, escuchar a otro, etc.
- Tendrá pensamiento y habla desorganizados: su forma de expresarse genera extrañeza y confusión en los demás.
- Puede desencadenar alucinaciones.
- Habrá nerviosismo, ansiedad, irritabilidad y alteraciones en los patrones de sueño.
- Manifestará problemas de memoria.
- El delirio se puede manifestar en cualquiera de las áreas de la persona: social, laboral, personal o familiar. Esa área se verá gravemente dañada.
- Exceptuando en el delirio de grandeza, la persona suele manifestar un estado de ánimo bajo, incluso síntomas depresivos.
- Inversión del día y de la noche: puede empezar a vivir de noche y dormir de día.
Tipos de delirios
Los delirios se clasifican en función del tema delirante que predomine.
Delirio de grandeza: ideas de tener un poder especial, exagerado valor, capacidades o conocimientos superiores, relación especial con una divinidad o persona famosa.
Delirio de persecución: ideas de que él mismo o alguien muy cercano está siendo perseguido, espiado o perjudicado de alguna forma.
Delirio erotomaníaco: ideas de que otra persona, en general inalcanzable o de un algún tipo de estatus superior, está enamorada del sujeto.
Delirio celotípico: ideas de que su pareja le es infiel.
Delirio somático: ideas de que aparece algún defecto físico o enfermedad médica grave.
Delirio mixto: no predomina ninguna de estas ideas por encima de otras, pueden aparecen varias a la vez.
Refiriéndose al delirio, Melanie Klein llegó a escribir: Podemos llegar a considerar la confusión mental como el estado más doloroso, y como el peligro más terrible para el aparato psíquico.
Si bien es cierto que esta idea ha sido muy discutida por la psicología durante mucho tiempo ya que se considera que en una melancolía grave (depresión profunda) hay mucho más sufrimiento, lo que está claro es que un brote psicótico supone una ruptura tan grande con la realidad que las consecuencias a todos los niveles y el sufrimiento de la persona serán siempre de larga duración.
El delirio en los trastornos mentales
Los delirios están presentes en gran multitud de trastornos psicológicos, médicos y neurológicos. A nivel psicológico, estos síntomas son característicos de la esquizofrenia, los trastornos paranoides y puede darse en trastornos afectivos mayores como la depresión o la manía.
También pueden aparecer ideas delirantes en algunos trastornos de la personalidad: en el paranoide, esquizotípico y en el esquizoide.
A nivel médico o biológico, pueden aparecer delirios en una amplia gama de enfermedades; ya sea por abuso de drogas y alcohol, como por efectos secundarios de algunos tratamientos farmacológicos.
En la siguiente entrada hablaremos sobre cómo manejar un delirio aportando pautas para familiares y personas cercanas sobre cómo deben actuar.
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