Problemas de aprendizaje
Mi hijo no sigue el ritmo que marca la escuela. Ha habido una disminución de su rendimiento académico. Durante años ha aprobado por lo pelos y este año ya se queda atrás.
Las dificultades de aprendizaje son usualmente detectadas en la escuela cuando el niño o adolescente no alcanza el nivel esperado para su rango de edad. Las dificultades de aprendizaje pueden manifestarse de muchas formas, por ejemplo: baja motivación para estudiar, poca capacidad de memorización, concentración limitada, incapacidad para resolver problemas dados, comportamiento social inadaptado o inquietud, entre otros.
Los problemas de aprendizaje no derivan de un cociente intelectual bajo sino de problemas emocionales o sociales: desde condiciones socioafectivas complicadas, un duelo, problemas de ansiedad, preocupación económica, divorcio de los padres, violencia doméstica, etc. Detectar la fuente del problema y atenderlo mejora notablemente el desempeño y el aprendizaje del menor.
¿Qué síntomas tienen los problemas de aprendizaje?
Los trastornos del aprendizaje más comunes son:
- Dislexia o dificultad en el aprendizaje y consolidación de la lectura y la escritura.
- Discalculia o dificultad para el procesamiento numérico y cálculo.
- Disgrafía. Los síntomas más habituales son dificultades visuales espaciales, dificultades motoras finas, dificultades del procesamiento del lenguaje, problemas de gramática, dificultades para el deletreo y la escritura a mano y organización del lenguaje escrito.
- La disortografía es un trastorno del lenguaje específico de la escritura. Los niños con disortografía tienen problemas para deletrear las palabras y cometen habitualmente errores como el intercambio y reemplazo de letras, escribir unidas varias palabras o separadas por sílabas y/o escribir las palabras tal y como las pronuncian.
- Los trastornos del lenguaje (TEL) o disfasia representan un grupo de problemas. Son alteraciones en la comprensión o en el uso del lenguaje hablado y/o escrito. Suelen ser niños que se relacionan poco, con tendencia a aislarse debido a su falta de lenguaje. Es común que se confunda con el trastorno del espectro autista (TEA), sin embargo los niños con TEL son capaces de expresarse gestualmente, compartir intereses y desarrollar estrategias para hacerse entender mucho mejor.
Es importante que los niños que presenten trastornos de aprendizaje sean detectados a temprana edad. La labor coordinada de los padres y docentes es fundamental.
El equipo de EnMente evaluará si los signos que manifiesta tu hijo se deben a una alteración del desarrollo o inteligencia o si, por el contrario, el problema de aprendizaje es consecuencia de factores emocionales.
Control de esfínteres (trastornos por eliminación)
¿Tu hijo tiene entre tres y cuatro años y aún no consigue controlar el pis y la caca? ¿Te desesperas y pierdes la paciencia? ¿Cuándo parece que ya lo ha conseguido, vuelve a retroceder? ¿Cuál es la edad en la que esto puede convertirse en un problema?
El control de esfínteres es un hito evolutivo en la vida del niño. Su adquisición es un acontecimiento de gran importancia en el desarrollo, es un paso esencial en el conocimiento y control de su propio cuerpo, su motivación de logro y su autoestima.
En este proceso están implicados factores fisiológicos, neurológicos y emocionales. El papel de los padres en este proceso es esencial para que esta capacidad se desarrolle de manera emocionalmente sana y beneficiosa para el niño.
¿Qué tipos hay?
La enuresis es un trastorno de la eliminación que se define como la incapacidad para el control de la emisión de la orina, anormal para la edad biológica del paciente (a partir de los 5 años de edad) y sin causa orgánica que la justifique.
La encopresis se caracteriza por la emisión repetida de heces en lugares inadecuados (p. ej., la ropa o el suelo).
En la mayor parte de los casos esta emisión es involuntaria pero en ocasiones puede ser intencionada. El hecho debe ocurrir por lo menos una vez al mes durante 3 meses como mínimo, y la edad cronológica del niño debe ser por lo menos de 4 años.
¿Cuales son las causas?
En el caso de la enuresis, las causas que la provocan pueden ser factores hereditarios, es decir, que alguno de los miembros familiares también haya pasado por la misma situación.
También puede darse por factores emocionales: que el niño esté pasando por un estrés emocional derivado de un cambio o situación nueva, el divorcio de los padres, un cambio de colegio o la llegada de un hermano menor.
En el caso de la encopresis, la causa mayor es haber forzado al pequeño a contener sus heces cuando no estaba preparado para ello, por miedos particulares del niño, por problemas emocionales en la misma línea que los anteriormente mencionados, por dolor al evacuar, o puede que sea por falta de privacidad y esto provoque que se reprima.
Trastornos del sueño
En casa siempre alarga la hora de irse a dormir, tiene miedo a dormir solo, necesita que papá/mamá esté con él hasta que se duerma, se levanta muchas veces y viene a nuestro cuarto. La hora de dormir nos trae de cabeza.
El insomnio infantil es más frecuente de lo que se piensa y la principal causa se debe a una mala higiene del sueño.
El origen suele estar en los hábitos incorrectos que se crean para la conciliación del sueño y en sus despertares nocturnos. Pero, en otras ocasiones, también pueden partir de una alteración del vínculo con los padres.
¿Cuáles son los problemas del sueño infantil más frecuentes?
El sonambulismo es un trastorno del sueño muy común en niños en edad escolar.
Suele ser benigno y se resuelve con la edad sin necesidad de tratamiento. El niño no responde a estímulos externos y no recuerda nada.
Los terrores nocturnos son un tipo de trastorno del sueño que parece una pesadilla aunque mucho más espectacular.
El niño, mientras está durmiendo, se incorpora bruscamente en la cama gritando y llorando, alterado y agitado. Como en el sonambulismo, el niño no responde a estímulos externos y no recuerda nada.
Las pesadillas son estados del sueño largos, elaborados, complejos, con aumento progresivo de la sensación de miedo o de ansiedad.
El niño se despierta muy asustado y totalmente alerta. Describe con todo detalle el sueño que ha tenido como muy angustioso y aterrador. A menudo el niño cree que lo que ha soñado ha ocurrido realmente.
Tener problemas de sueño afecta al desarrollo y crecimiento de los niños.
Problemas con la alimentación
¿Cada vez que llega la hora de comer es una batalla campal? ¿Tu hijo sólo come purés y no quiere introducir sólidos? ¿Se niega a comer? ¿Aparecen vómitos después de ingerir alimentos?
Algunos problemas de alimentación son de tipo conductual. A menudo los padres de niños pequeños se preocupan por si sus hijos no comen lo suficiente o comen demasiado, comen alimentos inadecuados, rehúsan tomar ciertos alimentos o tienen comportamientos inapropiados a la hora de comer (como alimentar mascotas o tirar la comida al suelo).
En otros casos puede deberse a una alteración del vínculo materno-familiar ya que el alimento además de una necesidad fisiológica es el primer vehículo emocional de la relación cuidador-hijo.
Si no sabes cómo salir de esta situación y estás realmente preocupado, cuenta con nosotros para asesorarte
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