Tenemos algo muy importante que deciros. Papá y mamá no seguirán viviendo juntos. Nos vamos a divorciar. Queremos que sepáis que los dos os queremos con locura y continuaremos cuidando de vosotros. Siempre nos tendréis a vuestro lado, así como a vuestros hermanos y amigos.
Queremos que sepáis muy especialmente que no nos divorciamos por algo que hayáis hecho o dicho. Sois lo mejor que nos ha sucedido y siempre os amaremos.
Ambos nos sentimos muy tristes por la separación. Es probable que tengáis muchos sentimientos y preguntas. Podemos hablar de ello ahora o más tarde, cuando queráis. Siempre que deseéis hablar del tema, por favor decídnoslo.
El divorcio es doloroso para todos, pero al contrario de lo que muchos padres piensan, lo más dañino para los hijos es ser testigos de conflictos entre los adultos continuadamente y usarles como objeto de mediación entre ambos o alianza de uno de ellos.
Cómo comunicar a los niños una separación
Las separaciones en sí no son traumáticas para los niños. Es un proceso de cambio que como tantos en la vida conllevará un atravesamiento por distintas emociones que si se hace de manera correcta, será mejor para todos.
1. Debéis estar presente los dos
Aunque vuestra ruptura sea desagradable y dificil, dejadlo a un lado y hablad juntos con vuestros hijos. Es importante que os mostréis serenos y confiados durante esta conversación. Los niños necesitan saber que se puede confiar en sus padres incluso en una situación de crisis.
Elegid un momento en el que haya tranquilidad en casa: apagad la televisión y la radio, y aseguraos de que el teléfono no va sonar. Sentaos frente a los niños y, especialmente en el caso de los más pequeños, acariciadlos o cogedlos la mano mientras hablais con ellos.
2. Hablad con todos vuestros hijos a la vez
Si tenéis más de un hijo, tened esta conversación con todos a la vez. Con el tiempo, será necesario hablar a solas con cada uno de ellos, pero es importante que estén juntos cuando se enteren de la mala noticia. Si lo hacéis individualmente, pueden surgir problemas que compliquen y hagan aun mas confusa si cabe la situación. Por ejemplo, los padres pueden primero comentarlo con un hijo mayor y pedirle que no diga nada a sus hermanos pequeños antes de que hablen con ellos. Como resultado, el hijo mayor podría quedarse con el mensaje de que el divorcio debe guardarse en secreto y que su familia es incapaz de hablar abiertamente, con franqueza, del asunto. Por otro lado, si la información se filtra y llega a los oidos de los mas pequeños, a menudo se sienten excluidos y tienden a preocuparse mucho más por lo que está ocurriendo.
3. Mostraos sinceros y facilitad la información apropiada
Explicad que os estáis separando y que viviréis en dos lugares diferentes. Haced saber a los niños que habeis intentado con todas vuestras fuerzas solucionar las cosas, pero que la convivencia es dificil. Decidles que lamentais que el matrimonio no haya funcionado pero que estais haciendo lo mejor para ambos. Es importante que les comentéis que no ha sido una decisión fácil para ninguno de los dos.
El objetivo consiste en contar a vuestros hijos lo que está sucediendo y cómo les afectará, así como asegurarles que vais a cuidar de ellos. No es adecuado que los niños sean testigos de vuestras disputas conyugales.
4. Decid a los niños que el divorcio no es culpa suya
Es probable que vuestros hijos crean que hicieron algo que provocó la separación. Aunque pueda parecer extraño, todos los niños suelen culparse a sí mismos de la separación de sus padres. Decidles, ahora y repetidamente, que la ruptura no es culpa suya, que lo problemas de la pareja no tienen nada que ver con ellos.
5. Reafirmadles vuestro amor
A menudo, los niños temen que a causa de que papá y mamá hayan dejado de amarse, también dejen de quererles a ellos. Decid a vuestros hijos que aunque en ocasiones los adultos dejan de quererse o de vivir juntos, el amor por sus hijos es eterno. Contadles lo felices que fuisteis los dos cuando nacieron. Aseguradles que los padres nunca dejan de querer a sus hijos aunque no continuen juntos. Si el otro padre está ausente o no va a tener ningun contacto con los niños por ahora, di a tu hijos que también les quiere mucho.
6. Hablad del plan de vida
Comentad a los niños que vais a ocuparos de todos los detalles relacionados con dónde van a vivir y cómo y cuándo van a poder estar con vosotros. Si ya habeis confeccionado una programación, explicádsela en términos generales. Decidles que estáis dispuestos a tener en cuenta su opinión acerca del nuevo plan de vida. No les preguntéis con quién quieren vivir o cuánto tiempo desean pasar con cada uno de vosotros. Dejad bien claro que sois vosotros los únicos responsables de este tipo de decisiones.
Facilitadles toda la información posibles en relación con los planes de vida, mudanzas y programación de visitas. Es posible que tengan preocupaciones concretas en relación a temas como dormitorios, animales de compañia, juguetes, amigos y actividades. Aseguradles que haréis todo lo que esté en vuestras manos para no alterar su vida.
7. Preguntad a vuestros hijos qué desean saber
Durante la conversación también es muy importante fomentar las preguntas. Muchos niños, especialmente los más pequeños no comprenden el divorcio y tendran innumerables preocupaciones y falsas interpretaciones. Algunos padres dan por supuesto que saben lo que sus hijos están pensando y sintiendo, pero más tarde descubren que lo que les preocupa a los niños es totalmente diferente. Por ejemplo, una pareja explicó a su hija cómo iría y regresaría del colegio a partir de entonces. La niña les escuchó con el ceño fruncido y la mirada triste, sin decir una palabra y dando la sensación de no prestarles atención. El padre de la niña dijo: “Veo que estás enfadada. ¿Te preocupa ir al colegio con dos autobuses escolares distintos?”. La pequeña preguntó donde viviría su perro: “Siempre saco a pasear a Botones después del cole” dijo. “Qué le ocurrirá si no estoy allí?”. Invita a tus hijos a formular preguntas y a manifestar sus preocupaciones. Hazles saber que pueden preguntar cuanto se les antoje y en cualquier momento.
8. No juguéis al “juego del culpable”
La conversación con vuestros hijos será difícil, sobretodo si os preguntan por qué os estáis separando. Ante todo debeis responder siempre con la máxima sinceridad, aunque no es aconsejable compartir con ellos asuntos de adultos ni situarlos en medio de vuestras disputas. Es importante que tanto tú como tu ex pareja no deis la impresión de culpabilizaros mutuamente. Tened en cuenta lo importante que es para vuestros hijos sentir que pueden amar y ser amados por los dos padres. Si se culpa al otro miembro de la pareja, los niños se sentirán como en realidad los estuvieras culpando directamente a ellos.
Revelar detalles de los desacuerdos, hacer comentarios groseros o sarcásticos o sentarse en un silencio helador son signos muy visibles para vuestros hijos. Ser testigos de la hostilidad o de un sentimiento de traición de sus padres pueden ocasionarles problemas a largo plazo. Si las razones del divorcio incluyen cuestiones estrictamente relacionadas con la vida adulta, tales como discusiones o infidelidad, explicad a los niños que se trata de temas que no podeis compartir con ellos por su edad. No mintáis, simplemente constatad que existe cierta información imposible de compartir con ellos porque, por un lado, deben seguir manteniendo la misma lealtad con los padres, y por otro, no están preparados emocionalmente o intelectualmente para comprender muchos de los asuntos de los adultos derivados de un divorcio.
9. Escuchad y observad
Cuando los niños oigan hablar del divorcio experimentarán múltiples emociones. Se pueden sentir preocupados, tristes, enfadados, confundidos, heridos, sorprendidos o incluso aliviados. Es posible que algunos de ellos den la impresión de no estar sintiendo nada. Quizá simplemente se hayan encerrado en si mismos para protegerse, lo cual no significa que las noticias no les afecten. A decir verdad, pueden sentirse tan abrumados que sean incapaces de afrontar la situacón en aquel momento. Cada niño absorbe la información de un modo diferente. Prestad mucha atención y responded a cuanto oigais y veais (palabras, tono de voz, expresiones faciales y lenguaje corporal).
10. Hablad con vuestros hijos una y mil veces
Después de esta primera conversación con los niños acerca del divorcio, vais a tener muchas más, tanto programadas como espontáneas, a lo largo de los próximos días, semanas, meses e incluso años. Si el pequeño parece estar extremadamente consternado o visiblemente indiferente, reanudad el diálogo cuanto antes. Hablando no se solucionará todo; existen tantas formas de procesar emociones como emociones a procesar. Las necesidades de cada niño serán siempre diferentes. Algunos necesitan tiempo para hablar con más frecuencia que otros. Nadie mejor que vosotros conoce a vuestros hijos. Pensad en cómo afrontaron otras situaciones de estrés en su vida y guiaros por aquellas experiencias. Será difícil, pero lo conseguiréis.
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